Las cifras del dolor una vez más estremecen al mundo enero. Un nuevo informe de la Agencia de la ONU para los Refugiados advierte que el año pasado más de 3.000 migrantes que emprendían su ruta rumbo a Europa murieron antes de llegar. Ante esta grave situación, el organismo solicita 163,5 millones de dólares para su Estrategia Actualizada de Reducción de Riesgos.

Cada año, miles de personas huyen de sus tierras por diferentes motivos, en busca del sueño de una vida mejor en Europa. Si bien la realidad de quienes llegan es compleja y muchas veces los países de acogida incumplen los tratados de derechos humanos, aún peor es el destino de quienes no logran llegar. Las cifras del dolor indican que, durante el año 2021, más de 3000 personas fallecieron o desaparecieron en su intento de llegar a Europa mediante las rutas del Mediterráneo central y occidental y del Atlántico, según indica un nuevo informe de la Agencia de la ONU para los Refugiados que pide apoyo urgente para evitar más muertes de los individuos que emprenden peligrosos viajes tanto por tierra como por mar.

La portavoz del organismo, Shabia Mantoo, desglosó en 1924 el número de fallecidos o desaparecido en ambos trayectos del Mediterráneo, por los 1153 que perecieron o sucumbieron en la ruta marítima del noroeste de África hacia las Islas Canarias, en España. El 2021 deja un saldo sumamente negativo ya que las cifras son mayores a las de 2020 cuando se contabilizaron 1776 en las tres rutas marítimas. Al mismo tiempo, el organismo advirtió que ya han desaparecido o muerto 4787 personas desde el inicio del año. A estas elevadas cifras, la vocera añadió que es posible que un número aún mayor de personas haya fallecido durante viajes a través del desierto del Sáhara y de zonas fronterizas remotas, en centros de detención o durante el cautiverio de contrabandistas o traficantes.

El informe indica que la mayor parte de las travesías marítimas se realizaron en embarcaciones hinchables repletas y no aptas para la navegación, muchas de las cuales volcaron o se desinflaron provocando la pérdida de vidas. La travesía por mar desde estados costeros de África Occidental, como Senegal y Mauritania, hasta las Islas Canarias es larga y peligrosa y puede durar hasta 10 días.

La política migratoria deja mucho que desear y mientras no se avanza en esta materia el costo lo pagan miles de personas. El informe de Naciones Unidas denuncia que las personas que viajan por estas rutas se enfrentan a una larga lista de abusos: ejecuciones extrajudiciales, detenciones ilegales y arbitrarias, violencia sexual y de género, trabajos forzados, esclavitud, matrimonios forzados y otras graves violaciones de los derechos humanos. Además, cabe mencionar que la pandemia y los correspondientes cierres fronterizos afectaron a los desplazamientos hacia el norte de África y los países costeros europeos, y muchos refugiados y migrantes contrataron a contrabandistas para facilitar estos peligrosos viajes.

Ante esta preocupante situación, el organismo insta a los Estados a comprometerse a reforzar las acciones humanitarias y las relacionadas con el desarrollo y la paz para responder a los retos de protección y búsqueda de soluciones. Asimismo, llama a los Estados africanos y europeos implicados a mejorar sus marcos jurídicos y las capacidades operativas en las fronteras terrestres y marítimas y en los centros urbanos, y que garanticen alternativas creíbles a los viajes.

Coincidiendo con el lanzamiento de una actualización de su Estrategia Actualizada de Reducción de Riesgos 2022-2023 y el llamamiento para el año en curso para la protección de los refugiados en viajes peligrosos de las rutas hacia Europa a través del Mediterráneo y del Atlántico, la Agencia solicita 163,5 millones de dólares para asistir y proteger a miles de refugiados y otras personas.  La llamada comprende a unos 25 países de cuatro regiones diferentes conectados por las mismas rutas terrestres y marítimas usadas por los migrantes, solicitantes de asilo y refugiados.  Entre ellos se encuentran las naciones de origen, de salida, de asilo, de tránsito y de destino.

 

Fuente: diarioresponsable.com