Las personas inmigrantes en España contribuyen más al dinamismo del mercado laboral que en otros países de la Unión Europea, según un informe del Banco de España publicado este miércoles. España registra una de las tasas de participación de los extranjeros más altas entre los Veintisiete y se encuentra por encima de Alemania, Italia y Francia.
En concreto, su tasa de actividad se sitúa en el 78% y, a diferencia de lo que ocurre en otros países de la Unión, es más elevada que la de los nacionales. Debido a esto y a que la mayoría llegan en edad de trabajar, el Banco de España concluye que “los extranjeros contribuyen a incrementar la oferta laboral en España en mayor medida que en otros países de la UE”.
Según cálculos de la entidad, los trabajadores nacidos fuera de territorio nacional aportaron 2,3 puntos porcentuales al incremento total del empleo registrado en 2023. Esta cifra es el doble que la registrada en otros países europeos, como Países Bajos (1,3 p.p.) o Alemania (1 p.p.).
Donde no hay diferencias entre los países europeos es en los sectores donde trabajan. Los empleados que provienen del extranjero suelen concentrarse en puestos que “no requieren un nivel elevado de formación y con condiciones más desfavorables”. El Banco de España observa específicamente una concentración en sectores como el servicio doméstico o la hostelería.
España cuenta con un 50% de inmigrantes sobrecualificados
Esto no quiere decir que las personas migrantes no tengan altos niveles de cualificación. Según datos de Eurostat mencionados en el informe, el nivel medio de educación de los extranjeros en España era más elevado que los de Alemania o Italia. El 43% de los migrantes que llegaron al país en 2022 tienen estudios superiores.
Por eso, la entidad registra “cierta infrautilización del capital humano”, ya que el grado de sobrecualificación de los trabajadores extranjeros supera al de los nacionales en todos los países receptores de la Unión Europea. España destaca en este apartado, junto con Italia, al contar con una mayor proporción de trabajadores sobrecualificados, un 50%, mientras que en Alemania y Francia este porcentaje se situaba en torno al 30%.
Estos números se han reducido en los últimos años, según indica el Banco de España. El porcentaje de extranjeros que se dedican a sectores como la comunicación, manufacturas, comercio o sanidad ha aumentado desde 2008, mientras que cada vez menos migrantes se dedican a la hostelería y al servicio doméstico, que disminuyó del 22% al 9%.
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