En el pasado mes de julio, jóvenes voluntarios de Manos Unidas visitaron algunos de los proyectos en los que la ONG trabaja en Marruecos

«Jóvenes de Manos Unidas abriendo fronteras. Migraciones, sueños y dignidad humana» es la actividad que apuesta por acercar a las nuevas generaciones la realidad de la cuestión migratoria y sus implicaciones sociales y el trabajo que Manos Unidas realiza en el terreno, concretamente los proyectos que la ONG apoya en la ciudad de Nador (Marruecos). Esta experiencia ha sido impulsada por la «Estrategia con Voluntariado Joven» (EVJ) que pretende reforzar el compromiso de los voluntarios y su sentido de pertenencia a la ONG y ha sido publicada en la web de la ONG con contenido multimedia especial.

El pasado mes de julio, jóvenes voluntarios de distintas delegaciones de Manos Unidas visitaron algunos de los proyectos en los que la ONG trabaja en Marruecos. La actividad tenía como objetivo profundizar en la formación en Educación para el Desarrollo de estos jóvenes y específicamente en la cuestión de la inmigración y sus implicaciones sociales.

Durante una semana de este verano, los jóvenes voluntarios de nueve delegaciones de la ONG han participado en una experiencia única que les ha acercado a los proyectos que Manos Unidas apoya en Nador, ciudad estratégica en los procesos migratorios de África a España. En esta ocasión han tenido la oportunidad de conocer en han conocido desde dentro los talleres que ofrece el Centro Baraka y a algunas de las personas que lo hacen posible. 

«Tocar los efectos de la realidad migratoria»

Marco Gordillo, coordinador del Departamento de Campañas, Incidencia y Trabajo en Red de Manos Unidas y organizador de la experiencia señala que «queríamos hacer una experiencia que permitiera analizar un tema específico con cierta profundidad y hacerlo con una mirada local y con una mirada global». «No se trata solo de viajar y conocer el proyecto en el terreno; primero nos hemos puesto a trabajar sobre la cuestión migratoria dentro de nuestro propio país y desde ahí hemos tocado los efectos de la realidad migratoria» concluye.

Compromiso con la migración

«Que Marruecos ocupe muchos titulares en los medios españoles no es novedad. Lo que sí lo es, es el motivo por el que esta vez los ocupa» señala Irene Rodríguez, voluntaria de la delegación de Alcalá de Henares y participante de Abriendo Fronteras: Migraciones, sueños y dignidad humana, refiriéndose al reciente terremoto que ha tenido lugar en el país africano. «Todos sabemos que los desastres naturales, como ha sido en este caso el terremoto, no tienen el mismo impacto dependiendo de donde se produzcan y eso, en este caso, se traduce en miles de pérdidas humanas» apunta la joven voluntaria de Manos Unidas.

Tras la experiencia, en la que los jóvenes de Manos Unidas han tenido la oportunidad de acercarse a la realidad de la migración tanto en su origen (Nador, Marruecos) como en las etapas posteriores (Melilla y Almería), Rodríguez lamenta que la reacción ante el sufrimiento de estas personas, «que se juegan la vida para alcanzar su sueño de una vida mejor y mueren ahogadas en el mar en su intento de alcanzar las costas españolas, no tenga la repercusión que debería».

«‘Abriendo fronteras’ me ha hecho darme cuenta de que ambas situaciones requieren que pongamos todo nuestro corazón tanto dentro como fuera de España para proteger la dignidad de todas las personas, sean quienes sean y estén donde estén» concluye la joven voluntaria.

Jornada Mundial del Migrante y del Refugiado

Esta semana, coincidiendo con la «Jornada Mundial del Migrante y del Refugiado», del próximo domingo 24 de septiembre, Manos Unidas publica un contenido multimedia especial en su página web que recoge toda la información sobre la experiencia. El microsite contiene 20 vídeos, incluyendo el vídeo resumen de la experiencia, además de la formación que han recibido los jóvenes voluntarios para conocer otros elementos clave en la cuestión migratoria como son: la cooperación al desarrollo, las ayudas de emergencia, las acciones políticas o las cuestiones económicas globales, entre otros aspectos.

«La experiencia vivida ha sido muy enriquecedora, un golpe de realidad que me ha abierto los ojos, ayudándome a reforzar aún más mi compromiso con Manos Unidas», asegura Ane Larrea Ibáñez, voluntaria de Manos Unidas en la Delegación de Castellón, tras su paso por Almería, Melilla y Nador. «Gracias a los testimonios que hemos tenido la oportunidad de escuchar, hoy puedo entender mejor lo que es la migración y sobre todo lo que sienten los migrantes, porque tienen nuestros mismos derechos», declara la joven castellonense.

Fuente: revistaecclesia.com