Mientras se mantiene una atenta mirada hacia los millones de ucranianos tristemente desplazados hacia Europa, han sido veinticinco personas, entre ellas 7 bebés y 12 mujeres, las que han perdido la vida ahogadas, la madrugada de este veintiséis de abril en el océano Atlántico, rumbo a las Islas Canarias. Solo un día después han fallecido otras siete personas en idénticas circunstancias. Siguen muriendo, aunque se podría evitar.

Son ya dos meses desde que la invasión rusa en Ucrania, ha forzado a millones de personas a un éxodo hacia distintos lugares de Europa. A ellos, la voluntad política y ciudadana les han acompañado, tanto por la apertura de vías seguras de tránsito, como por la agilidad en los trámites de regularización de su condición de refugiados. Pero no todas las personas que buscan refugio seguro donde vivir, reciben el mismo trato.

Solo ha sido encontrado un cuerpo en el último naufragio, los otros veintisiete cadáveres, permanecerán en el mar para siempre, No son datos nuevos, diversos informes de la organización Caminando Fronteras, señalan que el 94,80 % de las víctimas desaparecen en el mar sin que los cuerpos aparezcan. Son más de 4016 personas las que fallecieron en la ruta del atlántico en el año 2021 según esta misma organización. Los datos de las agencias oficiales, en la mayor parte de los casos, computan cadáveres, por lo que las cifras están subestimadas. La agencia de la ONU (OIM), admite que las cifras que maneja apenas suponen una parte del número real, y aun así apunta a que en lo que llevamos de 2022 (enero-abril) se estiman alrededor de 170 muertes en esta misma ruta, añadiendo que la cifra real se aproximaría a la estimada multiplicada por 6, lo que recalcula el compendio a 1020 personas que han perdido la vida solo en la ruta canaria.

Mientras se centran esfuerzos en acoger personas europeas, y que por  tanto, despiertan la empatía de los poderes públicos y de los ciudadanos, se condena a la muerte a otros seres humanos que, con la misma condición (la búsqueda de refugio seguro), parecen resultar ajenos.

Si se amplía la mirada, todos los acercamientos a las fronteras europeas, encuentran situación similar. Fuentes diversas como la organización Mediterranea Berlin Saving Humans y distintos medios de comunicación, datan algunos ejemplos de otros naufragios acontecidos recientemente en las  costas de: Túnez con 14 fallecidos, Libia con 53  o Marruecos con 40. Mismas políticas migratorias en la Unión Europea, con un acuciante trato desigual en razón de procedencia: mientras se reciben y acogen a refugiados procedentes de Ucrania, se condena a la muerte a los otros refugiados. A su vez,  las violentas deportaciones practicadas por las diversas guardias fronterizas, conducen a las personas en busca de asilo a muertes por hipotermia o por lesiones causadas en las maniobras de alejamiento en controles fronterizos, como han sido los casos reportados de 12 migrantes fallecidos en el río Evros (Grecia) y los seis menores muertos fallecidos en el río Mrenica en la ruta entre Croacia y Eslovenia.

Desde la Coordinadora de Ayuda al Pueblo de Ucrania y Pueblos Olvidados, reclamamos apertura de vías seguras para el tránsito de personas migrantes y refugiadas. Europa ha demostrado con el precedente de acogida a personas ucranianas, la capacidad de establecer corredores humanitarios que eviten muertes innecesarias para aquellos que buscan huir de la violencia bélica, económica, ecológica, institucional, sexual o cualquier tipo de violencia que ponga en peligro el bienestar e incluso la vida, de aquellos que la padecen.

Reivindicamos  la universalidad de las necesidades humanas y exigimos la obligación de los estados de procurar la asistencia  que se requiera para la cobertura de tales necesidades, de tal forma que se garantice la defensa de los derechos humanos para todas las personas, sin condición ni discriminación alguna.

Solicitamos la misma agilidad administrativa para la regularización de la situación legal de refugiados ucranianos para todas las personas refugiadas y migrantes, así como la asistencia letrada a su llegada. Igualdad de derechos para todas y todos.

Por último, desde la Coordinadora, se anima a más colectivos pro derechos humanos a que se adhieran al manifiesto Por el Pueblo de Ucrania y por todos los Pueblos Olvidados.

Dicho manifiesto ya cuenta con la adhesión de un centenar de asociaciones y reconocidas ONGs y ha sido apoyado por referentes culturales como Rozalén quien le ha puesto voz y ha difundido el mensaje en sus redes sociales.
PAZ

 

Fuente: nuevatribuna.es