La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha publicado el primer informe mundial sobre el estado de salud de las personas refugiadas o inmigrantes, según ha anunciado en rueda de prensa el director general del organismo, Tedros Adhanom Ghebreyesus.

Una de cada ocho personas es refugiado o inmigrante, si bien se calcula que la cifra aumente debido al incremento de los conflictos a nivel mundial, el cambio climático o las emergencias de salud públicas emergentes como, por ejemplo, la ocurrida con el coronavirus. De hecho, en los últimos 30 años, el número de migrantes se ha duplicado.

Estas personas tienen derecho a recibir los estándares más altos de atención médica, si bien sus necesidades sanitarias muchas veces están siendo desatendidas por los países en los que se encuentran o porque ellos mismos tienen miedo a pedir ayuda y ser detenidos o deportados”, ha detallado Tedros.

Mala gestión sanitaria

Además, y tal y como se refleja en el informe, aunque “muchos” países cuentan con servicios sanitarios para atender a esta población, en “muchas ocasiones” el funcionamiento “no es efectivo” y la asistencia no se presta de manera “eficaz”. Como consecuencia, estas personas se enfrentan a grandes barreras para acceder a la atención médica y a los servicios de salud apropiados, de modo que mantener un estilo de vida saludable se convierte en todo un reto.

“Este informe es una alerta ya que evidencia grandes diferencias en la salud de la población general y de la de los refugiados o inmigrantes, así como una brecha de conocimiento dado que están ausentes en las encuestas globales de salud pública”, ha detallado el dirigente del organismo de Naciones Unidas.

Dicho esto, Tedros ha explicado que el informe también muestra ejemplos de buenas prácticas, por lo que ha esperado que los gobiernos lo utilicen para implantar medidas basadas en la evidencia y, por ende, mejoren la salud de los refugiados e inmigrantes.

Fuente: 20minutos.es