La irrupción de la pandemia en 2020 invirtió la tendencia al alza en la población española, que mantenía un aumento constante desde 2016.

La población empadronada en España asciende en el segundo año de pandemia a 47.435.597 inscritos, lo que supone un aumento de más de 50.000 personas en comparación con el año anterior. Sin embargo, el déficit de crecimiento se salva gracias a la entrada de personas extranjeras, ya que el número de españoles se redujo en casi 22.000 ciudadanos como consecuencia del coronavirus.

El Instituto Nacional de Estadística (INE) recoge este jueves el avance del padrón, que confirma un nuevo descenso en la población nativa de España, que lleva reduciéndose desde el inicio de la pandemia en el año 2020. El número de españoles continúa por debajo de los 42 millones, con un decrecimiento del 0,1%, mientras que los extranjeros suman un aumento del 1,3%, llegando a ser más de 5,5 millones.

En el primer año de pandemia la población española sufrió el primer decrecimiento de los últimos cinco años, reduciéndose en 71.683 habitantes. El coronavirus invirtió la tendencia al alza de empadronados que se mantenía constante desde 2016. La inmigración era entonces la principal causa de ese crecimiento, y también es la razón por la que encontramos un nuevo aumento en 2022.