«Las necesidades humanitarias mundiales están en su punto más alto». Lo afirma Cáritas Española en un comunicado publicado con motivo del Día Mundial de la Asistencia Humanitaria, que se celebra este sábado 19 de agosto. Como ejemplo, la entidad eclesial habla de la guerra en Ucrania, que «acelera la crisis alimentaria y energética mundial»; de la crisis climática, que «está causando sequías mortales e inundaciones sin precedentes» en el cuerno de África, o del hambre, que «alcanza niveles récord a nivel mundial: 45 millones de personas en 37 países corren el riesgo de morir de hambre.

En total, la OCHA (Oficina de las Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios) prevé que 339 millones de personas van a necesitar ayuda humanitaria y protección en 69 países a lo largo de 2023. Una cifra que Cáritas Española trata de paliar con un presupuesto, para la partida de crisis humanitarias, de más de 6 millones de euros. La entidad se centra en «las personas más vulnerables, las últimas y no atendidas, tratando de acompañarlas para lograr reducir su vulnerabilidad frente a desastres naturales, epidemias y/o conflictos armados, incrementar su resiliencia y abrir oportunidades para la reconstrucción y rehabilitación tras la fase de emergencia», subrayan.

Concretamente, a través de sus proyectos de Emergencia y Acción Humanitaria, Cáritas Española brinda asistencia humanitaria y protección a las personas desplazadas internas y refugiadas por los conflictos, como el de Ucrania, y la inseguridad alimentaria en el Sahel (Malí y Burkina Faso) y en Sudán del Sur; a las familias desplazadas por la violencia en la provincia de Cabo Delgado (Mozambique), en la región de Tigray (Etiopía), y en la provincia de Kivu Sur (República Democrática del Congo); a las víctimas del conflicto armado y a la población migrante y refugiada venezolana en Colombia; a las personas refugiadas Rohingyas en Bangladesh; a la población refugiada y de acogida vulnerable en el Líbano; y a las comunidades afectadas por el conflicto entre Armenia y Azerbaiyán.

Asimismo, atiende también a las poblaciones afectadas por los desastres naturales, como es el caso de la tormenta Fiona en República Dominicana, las lluvias torrenciales producto del ciclón Yaku en Perú, o el terremoto de Turquía. «Las cifras muestran un desequilibrio de financiación entre las crisis humanitarias, con el llamamiento de Ucrania que está cubierto casi al 90%, mientras que otras crisis olvidadas están significativamente infrafinanciadas, como la de Malí, Sudán del Sur, Haití, República Democrática del Congo (RDC) o Burkina Faso; contextos humanitarios en los que Cáritas Española sí que está presente desde hace años», asegura Laure Salies, referente de Acción Humanitaria del Área de Cooperación Internacional de Cáritas Española.

Como conclusión, la organización reafirma su compromiso de «estar cerca de las personas más necesitadas y olvidadas del planeta» y seguir «afrontando los desafíos humanitarios que vayan sucediendo, como consecuencia de los conflictos armados, de los efectos del cambio climático, de la crisis alimentaria, o de cualquier catástrofe que pueda suceder».

Fuente: alfayomega.es