La ONG Caminando Fronteras que ha presentado su informe «Monitoreo Derecho a la Vida» que señala que al menos 951 personas han fallecido su intento de llegar a España en patera durante el primer semestre del año. La ONG calcula que unas 778 que viajaban por la ruta canaria y otras 102 por la ruta de Argelia hacia el Levante o las Islas Baleares.

Los datos presentados en el informen reflejan que cada cuatro horas y media ha perdido la vida uno de cada cuatro migrantes. Entre las víctimas se han registrado a 112 mujeres y a 49 niños y niñas. La organización advierte que la vía atlántica está aumentando «su capacidad mortífera», a pesar de que las cifras oficiales reflejen un descenso en el número de llegadas en patera.

El informe permite tener una descripción de los migrantes que procedían de hasta 14 países diferentes, entre los que se encuentran Marruecos, Argelia, Guinea Conakry, Costa de Marfil, Senegal, Sri Lanka, Islas Comores, Sudán y Siria. Además, calculan unas 19 embarcaciones han  desaparecido con personas a bordo.

Solo 12.192 personas consiguieron llegar a España

La estadística del Ministerio del Interior, en esta primera mitad del año, recoge que han llegado a España en patera, cayucos o lanchas neumáticas 12.192 personas, un 4,17 % menos que en 2022. De ellos, 4.865 corresponden al Estrecho de Gibraltar, el Mar de Alborán y Baleares y 7.213 a la Ruta Canaria.

Caminando Fronteras sostiene que las víctimas mortales de las rutas marítimas a España aumentan (según su recuento superan en 13 a las del primer semestre de 2022) a pesar de que el flujo de pateras se ha reducido porque, en ocasiones, no se ponen los medios de búsqueda necesarios o las operaciones de rescate se activan con retraso.

«Entre las causas que han provocado tragedias y víctimas en este período, se vuelve a señalar la omisión del deber de socorro, la demora en la activación de medios de búsqueda y rescate, la insuficiencia de los medios cuando estos son activados, las malas prácticas durante los rescates y la falta de coordinación entre los Estados español y marroquí», señala la organización en el documento.

En una mirada más detallada al transcurso del semestre, señala el estudio, que los meses de febrero y junio concentran la mayoría de víctimas, con «237 y 332 personas respectivamente». En promedio, cinco personas perdieron sus vidas cada día del primer semestre de 2023.

Se ha incumplido la obligación de los Estados de acceso a la reparación y a la justicia

“Las políticas de muerte llevan mucho tiempo instaladas en la frontera. Pero además detectamos un incremento de la impunidad frente al aumento de las tasas de mortalidad, que deja sin acceso a la reparación y a la justicia de las víctimas y sus familiares», ha asegurado Helena Maleno Garzón, coordinadora de Caminando Fronteras.

La organización confirma que ha documentado casos de vulneraciones de los derechos humanos de las víctimas y de sus familias. «Las víctimas supervivientes han sufrido detenciones, desplazamientos forzosos, ataques físicos y retenciones en aplicación de la ley de extranjería», denuncian.

Además, añaden que las víctimas desaparecidas han sufrido «la negación del derecho a ser buscadas. Las víctimas cuyos cuerpos fueron encontrados sufrieron enterramientos en fosas comunes, carencia de protocolos de identificación con garantías y ausencia de enterramientos dignos.»

La organización recoge estas cifran, aseguran, a través de «datos directos de fuentes primarias se han cotejado con fuentes oficiales, comunidades migrantes y organizaciones sociales en terreno» con las en contacto de forma permanente.

Fuente: ibereconomia.es