La presencia de un mayor número de mujeres a bordo de las embarcaciones africanas que están llegando a las costas del archipiélago lleva tiempo alertando a las instituciones y ONG pero, desde principios de este año, a esta preocupación se añade un incremento de las embarazadas que ponen en riesgo su vida en la que es una de las travesías más peligrosas para llegar al continente europeo.

Si bien hasta finales de mayo Canarias había recibido a alrededor de una treintena de embarazadas, tal y como informó la Delegación del Gobierno, en tan solo los últimos tres meses se han contabilizado al menos una veintena más, según los cálculos de este periódico en función de las notificaciones de los servicios de emergencia. Se trata, pues, de un dato aproximado, ya que el Ministerio del Interior no ofrece información periódica segregada por sexos.

De esta realidad se ha percatado Isabela Pérez, coordinadora de los centros de ayuda humanitaria de Cruz Roja, quien supervisa aquellos a los que se destinan los perfiles más vulnerables. «Cada vez llegan más mujeres y con todo tipo de perfiles pero, sobre todo, observamos muchas que vienen solas», explica. En concreto, se trata de personas que tratan de reunificarse con sus maridos, la mayoría en Francia. Sin embargo, también son frecuentes las mujeres que viajan acompañadas de su pareja o con sus hijos. De hecho, de los al menos 200 menores filiados en los rescates desde agosto, hasta 25 apenas tenían un par de años de vida.

LAS CLAVES DEL REPUNTE
35%. Según datos oficiales, hasta final de agosto este era el porcentaje de mujeres y menores a bordo de las embarcaciones en Canarias. En 2020 representaban el 19%

Ayuda humanitaria. Cruz Roja advierte que los centros en los que supervisan a estos colectivos de especial vulnerabilidad están al límite de su capacidad.

20. Es el cálculo de embarazadas llegadas en los últimos tres meses, en función de las estimaciones de este periódico. La Delegación del Gobierno contaba 29 hasta el inicio de junio

Actualmente, Canarias atiende a estas personas en dos centros integrales (uno dedicado a familias y otro a mujeres acompañadas de menores), al que se suman otro centro específico para mujeres y un hotel. Todos estos espacios, indica Pérez, se encuentran casi al máximo como consecuencia del último repunte, a pesar de que asegura que las derivaciones a Península de los grupos vulnerables fluye adecuadamente.

El protocolo de atención, sin embargo, es idéntico al del resto de inmigrantes. A su llegada a puerto deben pasar dos semanas de cuarentena por posible contacto con positivos y, en ese periodo, se realiza una intervención mínima para identificar casos de vulnerabilidad. Al no poder verificarlo en el momento de la filiación, estos también cuentan con órdenes de devolución que se modificarían en caso de que los trabajadores sociales y psicólogos lo propusieran en su informe. Además, en el caso de los menores, se solicitan pruebas de ADN para verificar el supuesto parentesco.

Fuente: https://www.canarias7.es/politica/embarazadas-bordo-embarcaciones-20211010140655-nt.html