En los últimos meses, las costas de Ceuta y las islas Canarias han visto un incremento considerable en el número de migrantes que intentan llegar a Europa. Este fenómeno, que no es nuevo, ha cobrado una dimensión sin precedentes, convirtiendo el día a día de muchas personas en una lucha por la supervivencia.
“Nadie sale de su país por gusto o por el deseo de abandonar a sus familias“, asegura el responsable de Accem Murcia, Mohammed Kebaili, a RTVE.es. Añade que “la gente siempre tiene una motivación o política o social que le empuja a buscar un futuro mejor“.
Pero, en el caso concreto de la ciudad autónoma de Ceuta y las islas Canarias, ¿cuáles son las causas que impulsan a miles de personas a arriesgar sus vidas en esta travesía?
Las múltiples causas detrás de la migración
Los datos del balance sobre inmigración irregular del Ministerio del Interior publicados este lunes cifran en 39.713 el número de llegadas contabilizadas hasta el pasado 15 de noviembre pero, según han informado los servicios de emergencias, en los últimos días han llegado, al menos, otras 483 personas al archipiélago. En concreto, el pasado sábado un cayuco llegó a El Hierro con 200 personas y este mismo lunes han arribado otros dos cayucos con 249 y 34 migrantes a Tenerife, lo que revela que, a seis semanas de que acabe 2024, este ya es el año con más llegadas irregulares a Canarias de la historia, al alcanzar las 40.196.
En cuanto a Ceuta, por vía terrestre, han entrado un total de 2.281 personas, un 126,3% más que en 2023.
“Ha habido años de muchas llegadas y ha habido otros de menos, lo que está claro es que el fenómeno ningún año se ha acortado y que la inmigración vino para quedarse hace mucho tiempo”, detalla el director de emergencias de Cruz Roja española, Íñigo Vila, en una entrevista con RTVE.es.
Para él, la inmigración “implica muchos factores“: “Clarísimamente, la situación en los puntos de origen es el principal de ellos, sobre todo la inestabilidad política, social, económica y los conflictos armados”.
La inestabilidad política en países de África y el Medio Oriente ha generado un éxodo de personas en busca de seguridad. Guerras, persecuciones y violaciones a los derechos humanos han dejado a muchos sin opciones.
En segundo lugar, la crisis económica provocada por la pandemia de COVID-19 ha acentuado la pobreza en diversas regiones. El desempleo y la falta de oportunidades han llevado a las familias a considerar la migración como su única escapatoria. “Mi esposo perdió su trabajo y no teníamos qué comer”, relata Aissatou, una joven senegalesa que llegó al archipiélago canario en marzo de este año. “La migración se convirtió en nuestra única opción”, sentencia.
“La inestabilidad hace que la gente busque de alguna manera una oportunidad en algún otro sitio”, explica por su parte el director de emergencias de Cruz Roja. En las rutas desde África, la opción más viable es “intentar emigrar hacia Europa”, y el punto de entrada España.
Aminata llegó a Canarias en septiembre de 2024. La historia de esta mujer originaria de Mali, madre de dos hijos, es el vivo reflejo de los miles de migrantes que huyen de su país: “No quería dejar mi país, pero no tenía comida para mis hijos. La guerra y la pobreza nos obligaron a huir”.
La influencia de la meteorología
La travesía hacia Ceuta y Canarias es, para muchos, un camino de peligro constante. La larga travesía a pie, las embarcaciones precarias, la falta de comida y agua, y la posibilidad de ser interceptados por las autoridades son solo algunos de los riesgos. Sin embargo, el deseo de alcanzar Europa, que se presenta como un refugio de oportunidades, es más fuerte que el miedo.
“Los registros que nosotros mantenemos desde hace muchos años marcan claramente una serie de épocas en las cuales hay más actividad“, concreta el director de emergencias de Cruz Roja española, Íñigo Vila.
Los meses de febrero, marzo, abril, mayo, e incluso junio, suelen tener un número menor de llegadas. Si bien en ocasiones “hay anomalías como en El Hierro en el año pasado, pero lo normal es que de febrero a junio son los meses donde hay menos actividad y según va avanzando el verano hasta el mes de noviembre va aumentando la actividad”, matiza Vila.
Samuel, un joven de 22 años, es uno de los muchos que cruzó el mar desde Mauritania en una patera en marzo de 2022. Su peor recuerdo de los seis días de travesía son las noches: “El mar estaba agitado y muchas veces pensé que no llegaría con vida“, recuerda con lágrimas en los ojos.
Actuar en origen, clave para el futuro
Las previsiones a corto plazo indican que la situación seguirá siendo crítica. La combinación de inestabilidad política, crisis económica y la continua búsqueda de una vida mejor probablemente mantendrá el flujo migratorio. “En el 2005 ya lanzábamos algunos avisos que esto iba a ir a peor y desgraciadamente el tiempo nos ha dado la razón: la gente no va a parar de llegar porque su condición en el país de origen no mejora”, explica a RTVE.es el responsable de Accem Murcia.
En los últimos años, a nivel europeo se ha llegado a un consenso de externalizar más las fronteras y blindar más las fronteras, como es el caso de Italia trasladando migrantes a Albania.
Si bien para Kebaili esa no es la solución: “Así se van a buscar más rutas y se van a poner en manos de más mafias si cabe”. Y son los testimonios de aquellos que han cruzado el mar los que recuerdan la dureza y sufrimiento de hacerlo. Cada migrante tiene una historia, una razón para embarcarse en una travesía peligrosa.
En este sentido, Ceuta y Canarias se han convertido en un símbolo de la lucha por la dignidad y la vida. La migración no es solo un fenómeno social; es un grito de desesperación. “Estamos a tiempo de aplicar políticas para poder frenar esta sangría que están viviendo estos países“, insiste el responsable de Accem Murcia. “Ayudar a estos países es también ayudarse a sí misma (Europa)”.
Las causas son complejas, pero la respuesta debe ser clara: “No se trata de frenar la inmigración, sino crear bienestar para estas personas y una cierta igualdad entre las sociedades”. “Así veremos como la gente no sale de sus países”, sentencia Kebaili.
Fuente: rtve.es
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