Embajadores de la esperanza: juntos contra la trata de personas
Como cada año, el mes de febrero abre sus puertas con la celebración de la Memoria Litúrgica de Santa Josefina Bakhita, día en el que la Iglesia en todo el mundo está convocada a una Jornada de Oración y Reflexión contra la Trata de Personas. Es el 8 de febrero. Santa Josefina Bakhita, una mujer que fue esclavizada y durante muchos años de su vida padeció la falta de libertad y el maltrato. Una vez liberada de las cadenas, se encontró con Jesucristo y su Iglesia, recibiendo los sacramentos para finalmente consagrarse al Señor en la Congregación de las Hijas de la Caridad Canossianas. En las revistas que hemos lanzado cada año con motivo de esta jornada, hemos ido conociendo a esta gran Santa a través de su testimonio de vida. En esta ocasión seguiremos haciéndolo desde la experiencia de una peregrinación a Schio, Italia, donde vivió y murió.
En marzo de 2024, un nuevo obispo ha asumido la responsabilidad de promover el Departamento de Trata de Personas, D. Javier Vilanova Pellisa, obispo auxiliar de Barcelona. Acogemos su primer mensaje para esta revista y su generosidad al asumir esta responsabilidad, y aprovecho la ocasión para agradecer a D. Juan Carlos Elizalde Espinal, obispo de Vitoria, sus años al frente de este Departamento.
Desde el equipo organizador de Roma, coordinados por la Red Talitha Kum, se nos ofrece como lema la invitación a ser Embajadores de la Esperanza. El embajador, según la definición de la RAE, es la persona de mayor rango para representar a un estado. En este caso, nuestro estado es la Esperanza, tan necesaria en este tiempo tan complejo que vivimos. Una esperanza que va unida a una misión concreta, que se viene repitiendo en los últimos años, y es la de caminar “juntos contra la trata de personas”. Somos embajadores y embajadoras con otros y otras, siempre juntos, como Iglesia comprometida, unida, en fraternidad y sinodalidad, en marcha hacia el desafío de acabar con la trata de personas, para que nadie más se vea sometido al yugo de la esclavitud y la explotación, en favor de una humanidad de personas libres e iguales.
La campaña correspondiente a la jornada de este año 2025, se sitúa en el marco del Jubileo y del Proyecto Social sobre la trata de personas. Por esta razón, el hilo conductor de la revista es la esperanza y la experiencia de ponerse en camino como peregrinos. La celebración de la Vigilia de oración nos invitará a emprender un camino, un peregrinaje. Esperamos que estos contenidos nos ayuden a profundizar en el verdadero significado de ser peregrinos y signos de esperanza para el mundo, sobre todo para quienes padecen la esclavitud y la explotación.
Mensaje de Mons. Javier Vilanova: ¡ Concédenos tu paz, Señor!
En un año Jubilar se acrecienta en el corazón del cristiano el deseo de vivir cada día más el sueño de la paz. La paz es el anhelo del corazón de toda persona. Todos deseamos la paz y a la vez todos podemos ser portadores de la paz. Quien nos capacita a vivir tan gran don es el dador de la vida. Dios nos ha creado desde el amor y para el amor. Este es su designio, y estamos deseosos de que se cumpla en la vida humana y en todos los rincones de la creación. En este año Jubilar nos sentimos más que nunca peregrinos de la Esperanza. Para nosotros la Esperanza es Creer en el Amor. Sabemos que solo en Dios está la plena esperanza de vida y de libertad que desea alcanzar el corazón humano.
Os comparto unas breves palabras del Santo Padre, el Papa Francisco, que nos ha dado en el mensaje de la Paz de este año, sobre como trabajar para conseguir una verdadera libertad: “Al comienzo de este año queremos ponernos a la escucha de este grito de la humanidad para que todos, juntos y personalmente, nos sintamos llamados a romper las cadenas de la injusticia y, así, proclamar la justicia de Dios. Hacer algún acto de filantropía esporádico no es suficiente. Se necesitan, por el contrario, cambios culturales y estructurales, de modo
que también se efectúe un cambio duradero.” (Papa Francisco, Mensaje Jornada Mundial de la Paz, 2025). Quiero agradecer a cada uno de los lectores y, en especial, a todas las entidades sociales y de Iglesia que estáis entregando vuestra vida para hacer posible que toda persona sea respetada y amada. Hagamos nuestra la oración del Papa en el final del mensaje por la Paz de este año:
Perdona nuestras ofensas, Señor, como nosotros perdonamos a los que nos ofenden, y en este círculo de perdón concédenos tu paz, esa paz que sólo Tú puedes dar a quien se deja desarmar el corazón, a quien con esperanza quiere remitir las deudas de los propios hermanos, a quien sin temor confiesa de ser tu deudor, a quien no permanece sordo al grito de los más pobres. Nunca nos cansemos ni desanimemos ante tan bello trabajo: ser promotores de paz y libertad por todos aquellos que se ven privados de tan gran don.
+ Mons. Javier Vilanova. Obispo auxiliar de Barcelona y responsable del Departamento de Trata de Persona de la CEE
Presentación del lema de la Jornada
“Embajadores/Embajadoras de Esperanza: Juntos/Juntas contra la trata de personas”
Este es el lema que nos propone Talitha Kum para la Jornada mundial de oración y reflexión contra la trata de personas de este año 2025. Hace referencia a nuestro papel concreto en esta lucha, al de todos y cada uno de nosotros: ser portadores de esperanza desde los distintos carismas, denominaciones y sensibilidades.
Orar juntos, sensibilizar sobre la necesidad de dar una respuesta global, compartir procesos de liberación y medios de protección, onstruyendo los caminos que lleven al cambio de todas las situaciones de vulnerabilidad en las cuales la trata encuentra su caldo de cultivo, son objetivos irrenunciables.
Y de este modo, ser esperanza y llevarla a todos aquellos que sufren la actuación de las mafias del mal, y en especial a quienes están en mayor medida en su punto de mira: mujeres, niños, desplazados forzosos, inmigrantes, refugiados…
Más allá de las cifras concretas, escalofriantes siempre, detrás de cada una de estas personas hay una historia de injusticia, de dolor, de afectos y sueños rotos, de olvido de su dignidad humana. “En un mundo en el que se habla mucho de derechos, ¡cuántas veces se ultraja de hecho la dignidad humana!” (Dignitas Infinita, 41, 42). Y es que la trata “desfigura la humanidad de la víctima, ofendiendo su libertad y su dignidad. Pero, al mismo tiempo, deshumaniza a quienes la llevan a cabo” (Discurso del papa Francisco a los participantes en la Conferencia internacional sobre la trata de personas, 11 de abril de 2019).
No cejemos, pues, este año de Jubileo, en abordar las acciones concretas a que lleva nuestro compromiso personal y comunitario de acabar
con esta plaga deshumanizante, con la certeza de que “la esperanza no defrauda” (Rom 5,5).
Pilar Ladrón Tabuenca, Coordinadora de Trata de Personas, Diócesis de Alcalá de Henares
Fuente: social.conferenciaepiscopal.es
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