150 activistas de diferentes territorios se desplazan durante nueve días en una ruta que recorre Andalucía después de pasar por Melilla, denunciando la masacre acontecida el 24 de junio de 2022.
Procedentes de diferentes territorios, llevaron a cabo un acto frente al Congreso en Madrid antes de dirigirse a Melilla donde han pasado el fin de semana.
Ya en la península, continuaron su ruta por Andalucía, llevando a cabo una concentración en Cártama, frente a la principal empresa fabricante de concertinas de Europa, ESF, donde denunciaron la fabricación de concertinas: “Un símbolo de crueldad y de criminalización contra las personas migrantes. Las concertinas atentan contra la vida y los derechos humanos, como se ha constatado en la llamada masacre de Melilla. Pedimos su retirada de todos los espacios fronterizos y portuarios”.
“Este año también hemos reservado un lugar para la memoria de las fronteras. La Desbandá, “la carretera de la muerte” entre Málaga y Almería, por donde en febrero de 1937 una desbandada humana de más de 300.000 personas refugiadas huyeron del avance fascista mientras eran masacradas desde el aire por aviones alemanes e italianos”. Después de asisitir en Motril a una mesa redonda con el título “Ayer y hoy. Nuevos protagonistas, mismos escenarios” y llevar a cabo una manifestación por la playa, llevaron a cabo un homenaje frente al monolito en memoria de las víctimas de La Desbandá en Salobreña.
El martes 27 por la mañana un grupo reducido de activistas visitó las tumbas de las personas migrantes fallecidas en el Mediterráneo en el transito migratorio, en el cementerio de Motril. Allí escucharon como los colectivos de Motril realizan las labores para poder identificar y dar una sepultura digna a las personas que nunca pudieron llegar a las costas europeas.
Por la tarde la caravana llegó a Almería. Allí la recibieron varios colectivos locales, que la esperaban para la proyección del documental Vecinas, vivas donde vivas y el videoclip El otro mundo del artista Israel Fernández. Después, pudieron escuchar los testimonios de Ula Abo Kharoub y Mouayyad Abo Kharoub ―hija y padre de origen sirio― Mimuntz Mohamed Tahar ―mujer migrante nacida en Melilla― y Hamza, ghanés que vive en el asentamiento. También habló Nora El Hadramy, activista y jornalera que lleva varios años viviendo en las chabolas: “Estamos perdiendo nuestra salud trabajando en el campo mientras nuestros jefes se aprovechan de nosotras y de nuestra situación. Nos engañan, no nos pagan, o nos prometen que trabajemos con ellos tres años y que nos harán los papeles, pero cuando pasan esos tres años nos piden 8.000€ por el contrato. Si no lo pagamos no tenemos contrato. Con el empadronamiento nos pasa lo mismo, si no pagamos no tenemos padrón. Vivimos sin luz, sin agua, estamos viviendo con miedo de los incendios, miedo de personas que viven con nosotras que beben alcohol o se drogan, las mujeres también tenemos miedo de que nos violen”.
El miércoles la caravana se desplazó hasta el ayuntamiento de Nijar, para reclamar el derecho al empadronamiento de las personas que viven en los asentamientos y que trabajan en el campo. Organizaron una protesta delante del consistorio, y también entregaron un escrito en el que exigían al ayuntamiento alternativas habitacionales a los asentamientos chabolistas en los núcleos urbanos, y que cumpliera con su deber de empadronar a todas las personas, entre otras cosas.
Por la tarde llevaron a cabo un programa de denuncia, acción y participación a través de la literatura, la música y la danza, acompañados de testimonios de personas migrantes y de otras personas y colectivos de la comunidad en el paseo junto al Mediterráneo o Muerterráneo, para visibilizar situaciones de explotación y vulneración derechos. En el paseo, los colectivos locales denunciaron la “invisibilidad” política y mediática que sufren las personas migrantes trabajadoras en Almería.
Entre otros, tomó la palabra Jose García Rueda, del barrio La Chanca: “Somos un barrio de migraciones. Siempre hemos tenido el objetivo que se sientan bien las que vengan, sean de donde sean. Con La Desbandá el barrio fue acogedor, ahora también lo es. Esto es una lucha contra el capitalismo”. Los manifestantes también pasaron frente a la antigua oficina de extranjería, para denunciar que Almería es una de las zonas con más personas sin regularizar: «Se ponen trabas para tener miles de personas trabajadoras sin derechos para explotar». También organizaron un acto frente al Palacio de Justicia, escenificando experiencias de familias que buscan a desaparecidas en frontera, y acabaron la ruta en el monumento a las víctimas almerienses de Mauthausen, representando con un mar de plástico las muertes y explotación, la lucha por la vida y la dignidad
“Crímenes contra la humanidad”
La Caravana Abriendo Fronteras ha puesto el foco en Melilla para unirse a otros colectivos y organizaciones sociales en los actos de denuncia de la masacre ocurrida en el paso fronterizo del Barrio Chino con Nador el pasado 24 de junio. “En Melilla hemos exigido que se reabra el caso, que se depuren responsabilidades y que se tomen las medidas necesarias para que se respeten los derechos de las personas fallecidas y desaparecidas y los de sus familiares y no vuelva a ocurrir nunca más”.
Las organizadoras sitúan lo ocurrido en un contexto más global de crímenes contra la humanidad que los Estados está cometiendo contra las personas que se desplazan por causas forzadas. El año 2022 es el segundo con un mayor número de personas fallecidas y desaparecidas en la Frontera Sur española según la Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía. Al menos 2390 personas han sido víctimas en las rutas de acceso al estado español y seis personas han muerto cada día, como señala en su informe Caminando Fronteras.
“Las políticas violan de manera grave y sistemática los derechos humanos de las personas en movilidad. Son políticas violentas, racistas y patriarcales; son necropolíticas, cuyo objetivo es impedir el derecho a migrar”.
En la tercera etapa de la ruta la Caravana se dirigirá a Valencia donde apoyará la lucha del colectivo CIEs NO Valencia que, desde hace casi 13 años, se concentra cada mes en la puerta del CIE de Zapadores para exigir el cierre de los Centros de Internamiento de Extranjeros y el fin de las deportaciones. “Son cárceles racistas donde se encierra a las y los compañeros migrados solo por estar en situación irregular previo a su deportación”.
En el puerto de Sagunto, denunciarán el comercio de armas y la vulneración del Tratado de Comercio de Armas que impide vender armamento a países involucrados en posibles crímenes de guerra como es el caso de Arabia Saudí. “También denunciaremos a la banca armada que financia la militarización y la guerra de fronteras en el Mediterráneo”.
Y para finalizar, se dirigirán el día 1 de julio desde un puerto de guerra a un puerto de paz como el de Burriana, donde los barcos de rescate del Mediterráneo llevan a cabo sus tareas de mantenimiento, abastecimiento y espera entre misión y misión. “Porque a pesar del gobierno italiano ultraderechista siguen estando ahí dándolo todo y queremos apoyarles también”.
Un año más, la organización italiana Carovane Migranti y testigos de otras fronteras como la centroamericana y la tunecina, viajan con Caravana Abriendo Fronteras en la Caravana Melilla 2023.
Fuente: abriendofronteras.net
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