Cecilia Estrada, investigadora del Instituto de Migración de la Universidad de Comillas ha explicado en Más de uno lo que está sucediendo en España con el reparto de menores migrantes que comienza este 11 de agosto. Según la investigadora, hay que tener en cuenta que nuestro país “está sufriendo un cambio de rutas, menos cayucos por la ruta de Canarias y más por la ruta argelina hacia Baleares y la Península” que se suma al reto de “reubicar a los más de 3.000 menores desde estos territorios ya saturado”.

Además, todo ello mientras la Unión Europea comienza a aplicar el pacto sobre migración y asilo y las personas que están en primera línea comentan los “déficits sobre protección en la infancia”. Ahora hay dos velocidades: “El pacto europeo que combina un cribado en frontera, unos procedimientos acelerados, una solidaridad obligatoria y unos plazos de implementación hasta 206; por otro lado, el alza por la vía argelina”.

Estrada ha explicado que los menores deben explicar cómo ha sido esa ruta hasta llegar a España, qué le ocurrió en su país, por qué no pueden volver. “Esto es fundamental para acogerse al proceso de asilo”, sin embargo, en muchas ocasiones “no pueden hablar, no saben lo que ha pasado, se quedan sin habla”.

Muchas personas esperan hasta dos años para recibir el reconocimiento de refugiado

En cuanto a las solicitudes que se aceptan en España, la tasa de reconocimiento es muy baja en comparación la media de la UE: 18,5% frente al 46% en algunos países miembros. “Más de la mitad de las solicitudes vienen de Colombia o Venezuela que son nacionalidades que no reciben el estatuto de refugiado”.

Son autorizaciones humanitarias que se renuevan anualmente y que no cuentan como refugiado para la UE, porque además permite trabajar y residir en España. “Hay un retraso en el reconocimiento y un embudo administrativo. Muchas personas esperan dos años para el reconocimiento”.

Ha puesto de ejemplo la “mirada de la UE sobre la guerra de Ucrania”

De esta manera, muchos jóvenes cumplen la mayoría de edad “sin ningún reconocimiento, sin casa, vivienda, sin un sistema que responde a unas necesidades”, y lo más importante es que permanecerán en la UE mucho tiempo porque ” huyen de guerras y persecuciones, pero no sabemos en qué momento los países de los que proceden dejarán de tener conflictos“.

Según Estrada, la mirada que hizo la UE de la guerra de Ucrania debería ser de ayuda para otros conflictos. Si bien, esto no sucede porque hay un ” no reconocimiento o ceguera continuada, donde no pertenecer a un país con una guerra confirmada se cree que vienen a buscar una mejor vida o por cuestiones culturales, que son cuestiones relacionadas con la economía… Cuando la realidad es que hay una serie de motivos que impulsan a las migraciones” ha concluido.

Fuente: ondacero.es